. Entre sus particularidades, China vivió un proceso revolucionario que debe ser visto en los siglos previos por la presión del imperialismo europeo, la opresión despótica de los emperadores de turno y sus respectivas cortes, hasta un desenlace en que el pueblo chino debió llevar adelante su revolución en dos frentes: uno, el interno con una dictadura apoyada por las potencias occidentales y en su tramo final por Estados Unidos perfilándose como el imperio occidental hegemónico; el segundo, externo, enfrentando al imperio japonés que, con ayuda de los colaboracionistas internos, ocupó un vasto territorio chino.
Sin dudas, “la revolución China es la más grande revolución antiimperialista y agraria de la historia, el mundo colonial se ponía de pie”
Proceso histórico que se extendió desde 1911 hasta 1949 y supuso la transformación de la China clásica cuasi-feudal en un estado comunista. Puede dividirse su desarrollo en dos fases revolucionarias distintas: la primera fue una revolución política democrático-burguesa que consiguió acabar con el poder imperial e instaurar la República China, y la segunda, de carácter social-marxista, se prolongó desde 1919 hasta 1949 y culminó con la proclamación de la República Popular de China
No hay comentarios:
Publicar un comentario